martes, 20 de enero de 2009

Día 15-01-09

Salimos de casa a las 12:50. El coche de Aini no tira mucho y queríamos ser puntuales. No hemos pasado de 90 por la autopista (increíble en mi) y a las 13:30 habíamos llegado al Centro "Beaulieu".
Tras hacer un poquito de tiempo fumando un cigarrito y viendo desde fuera la mini piscinita, nos hemos decidido a entrar. El Accueil no estaba abierto y nos hemos metido en la "cafetería" (una salita con máquina dispensadora de cafe, te, etc.). El cafe esta a 0,60 € y además de no estar malo, tiene un buen tamaño, lo que es de agradecer.
Una vez rellenados los papeles de rigor (incluido uno en el que he tenido que designar a Aini como persona de confianza para tomar decisiones por mi, algo que me ha extrañado mogollón), recogido el libro de ayuda al paciente, y solicitado el alta del teléfono para recibir llamadas (5,34 €) y el alquiler de la Tv (93€ por un mes), nos han llevado a la habitación.
Ésta, es hermosa pero desangelada. Una cama de hospital, mesilla con minibar (vacio), mesita para comer, mesa "escritorio" y silla, un mini mueblecito con la Tv encima, un armario empotrado pequeño, con unas perchas de alambre del año dos, un espejo y una silla para visitas, la clásica de hospital reclinable. El baño, normalito, a destacar que tiene bañera grande. Hemos probado la Tv y se ven algunas cadenas españolas, así que hoy podré ver el último capítulo del internado que pensaba que me lo perdía.
Se ha presentado la dietista acompañada de un chico y otra chica que no recuerdo quienes eran. Nos ha pedido que la siguiéramos hasta el sótano que es donde estaba su consulta. En el camino, nos ha enseñado, de pasada, el sitio donde haré la gimnasia y ha señalado el lugar donde está la piscina.Ya en su consulta, me ha pesado (peso 3 kgs. menos que cuando me vieron en octubre), medido (también mido 2 cms. menos que en octubre) y hecho unas cuantas preguntas sobre la comida. Me ha dado un librito sobre reeducación alimentaria para que, una vez que salga de aquí, lo utilice en casa.
De vuelta en la habitación, Aini ha ido al coche para traer todo el equipaje y se ha marchado. Me he quedado deshaciendo las maletas e intentando colocar lo poco que he traído en el poco sitio que tiene el armario.
Entre tanto, ha entrado una enfermera haciéndome las consabidas preguntas, enfermedades, medicación, dolores, etc. Más tarde ha venido otra para saber que es lo que iba a desayunar. Cafe con leche y pan con mantequilla. Me ha dicho que, de momento, me lo traerán a la habitación ya que no hay sitio en el comedor. Más adelante, ha venido el médico con otra enfermera. Más preguntas, más anotaciones y advertencia a la enfermera de que seré yo quien ponga el límite a los ejercicios ya que si me fuerzo puedo empeorar. Aquí se hacen caminatas y ha querido saber cuanto puedo andar sin cansarme. Pufff, difícil pregunta, teniendo en cuenta que me canso sólo con deshacer la maleta. Me ha comentado que las personas mayores hacen 1 km. y que luego están los que ..... no le he dejado terminar, me uno a los mayores.
De vez en cuando salía a la terraza a fumarme un cigarrito y a hacer unas migas con unos gatositos que andan por aquí. Hay uno gris marengo con el hocico blanquecino y ojos amarillo limón que me tiene enamorada. He visto uno negro, otro blanco y gris y otro que se parece a mi nanito. Ya veremos si me hacen caso, de momento, "grisi" se va acercando y se me queda mirando, pero no se atreve a llegar hasta mi mano.
Sobre las 20:00h ha llamado Katia. Me ha preguntado si ya había cenado y cuando le he dicho que no, se ha sorprendido. No es normal, en Francia es muy tarde ya para cenar- me ha dicho. Le he comentado que los horarios son a las 18:15h si cenas en la habitación, y a las 18:45h si lo haces en el comedor.
Al colgar, he pensado en hacer una pequeña excursión por ver donde estaba el comedor, la biblioteca, etc. Primero he ido a por un cafe. En la salita que hay justo en la entrada, estaban unas cuantas personas hablando. Uno de ellos tenía una bolsa de plástico transparente en la cabeza, a modo de sombrero. ¡Dios! ¿dónde me he metido? He sonreído y ellos me han devuelto la sonrisa. En la "cafetería" un enorme hombre de color sentado hablando solo. ¡Jopé! ¿Tendría razón el Atxá y aquí vienen los que están un poco pallá? Enseguida me he dado cuenta que tenía un auricular, de esos pequeñitos, en la oreja. ¡Hablaba por teléfono! ¡Que alivio! De vuelta, con mi cafe en mano, paso al lado del mismo grupito. El señor ya no llevaba la bolsa.
Me pongo a mirar el letrerito donde dice las cosas que hay en cada planta. Rez de chausse, donde estoy instalada yo, es también donde están los sitios que me interesan. Me pongo a andar y veo una especie de salón que parece de baile con un piano. Más adelante, me encuentro con la biblioteca, que no me ha parecido tan grande como para guardar 3.000 libros. Y ya, al fondo, encuentro el comedor. Nada más entrar, veo una bandeja con 4 platos, con comida, y sus correspondientes panes. Al lado, un microondas. Todas las mesas limpias cubiertas con un mantel de papel. Cada silla tenía su correspondiente servilleta, doblada de diferentes formas, lo que me ha hecho pensar que cada enfermo, tiene asignado su sitio.
De vuelta a mi habitación, he llamado al timbre para que me atienda un enfermero. Le he preguntado que cuando se cenaba, que había leído que la cena era a las 18:15h pero que a mi no me habían traído nada. El enfermero no se lo podía creer. Ha llamado a una enfermera para comentárselo y ésta ha empezado a despotricar un poco. El enfermero me decía que ellos no tenían nada, que acababan de entrar para el turno de noche y nadie les había dicho nada. Ella se ha ofrecido a darme algo de la comida que les suelen dejar a ellos. En ese momento ha sonado el teléfono, era Tami y le he tenido que decir que llamase 5 minutos más tarde, porque me ha pillado en plena conversación con los enfermeros. Éste, había desaparecido. A ella le he dicho que lo dejase, que la verdad no tenía hambre pero que me extrañaba que no diesen de cenar. Ella insistía, decía que lo hacia a propósito para que "estos se enteren de que estas cosas no se hacen". El enfermero ha puesto fin a nuestra conversación cuando ha aparecido con mi cena. Era uno de los 4 platos que yo había visto en el comedor, una especie de taper redondo y un pedazo de pan. Se lo he agradecido y me he preparado para degustar la cena.
En el taper había un caldo, malo, malísimo y soso, sosísimo. Dos cucharaditas (no han traído cuchara) y lo he dejado. El plato contenía: una mezcla de verduritas (coliflor, calabacín, zanahoria y patata) cocidas, medio crudas, nada apetecibles. Sólo las he probado. En un costado, un puñado de macarrones (codillos) con tomate, pa dentro :). Lo fuerte era un trozo de lasaña de unos 20 cms de largo por 10 cms. de ancho, rellena de carne con champiñones. Me he comido la mitad. El pan no lo he tocado, aunque me ha asombrado el tamaño ya que era como de 15 x 15 cms. ¿Adelgazaré si como todo eso? ....
Mientras estaba con la lasaña, ha vuelto a llamar Tami y le he contado mi aventurita de la cena y lo que estaba cenando.
Me he ido a por dos cafés y me he puesto a escribir este diario, mientras espero a que den las 22:15 para ver el último capítulo de El Internado. De vez en cuando, bien poco por cierto, salgo a la terraza a fumar un piti.
Entra el enfermero a llevarse los restos de la cena. La enfermera viene con él. Me dicen que a las 6:00 vendrán a sacarme sangre, y que sobre las 7:00 vendrán a calentarme la oreja. Es una prueba para saber que cantidad de oxigeno tengo en sangre. Les digo que vengan cuando quieran y que me hagan las pruebas que consideren oportunas.
Hago tiempo viendo GH. Por fin llega la hora del capítulo que pensaba que me lo iba a perder al entrar aquí. De repente, sobre las 11:25h, la luz que tenía encendida, al lado de la cama, se apaga. ¡Vaya! -pienso- se habrá fundido la bombilla. Oigo voces por el pasillo. Me levanto, doy al interrumpor de la luz principal y no se enciende. Grrrrr, sin luz. Sigo viendo la tele que está en lo más emocionante. Toni se está peleando con el padrastro de Julia y...¡plop! se apaga la tele. ¡¡¡No puede ser!!! ¿Esto es una broma? Son las 23:40h. Salgo al pasillo y ahí si hay luz. En la habitación de enfrente también. ¿Qué pasaaaa? La señora de la habitación de al lado, también ha salido al pasillo. Nos saludamos. Pasa el enfermero junto con un señor tan enorme como el que había visto en la cafetería. Es el electricista. Nos comenta que hay un fallo. Que aquí tienen que hacer de enfermeros, electricistas, fontaneros... ¡No parecen muy contentos!.
Mientras miramos el ir y venir de ellos dos por el pasillo, mi vecina me pregunta si soy nueva ya que no me había visto antes. Le digo que he llegado hoy, que no hablo bien francés y ella me adula diciendo que me entiende perfectamente (engordo 1 kg). Me pregunta si ya tengo el programa diario, a lo que le contesto que no. Le pregunto si está contenta aquí y me dice: Bueno, por el momento bien. Ella ha llegado hace dos días. No conoce a nadie y se da cuenta que hay mucha gente que ya tiene su grupo hecho porque son reincidentes. Ya tiene su programa diario. A tal hora desayuno, luego marcha, piscina, kiné, etc.. todo programado. Pienso que me va a servir de ayuda, tanto para soltarme con el francés como para tener una compañera. Me presento, ella se llama Joseanne.
Nos interrumpe el enfermero. Parece ser que han saltado los plomos desde la habitación de Joseanne. Están en el techo, justo encima de la puerta y con un palo nos ha devuelto la luz. Joseanne y yo nos hemos dicho lo encantadas que estábamos y nos hemos deseados buenas noches esperando vernos mañana.
Enciendo la tele corriendo y llego a ver cuando Irene esta pidiendo explicaciones al jefe de Carlos. Quiere ver a sus hijos y saber si su marido está vivo. Nadie lo sabe. Siguiente plano, en no se que isla, supongo que Andrés (marido de Irene) sale por la puerta. Anatolia llama a Dimitri, le preguntan a Andrés pero él ni entiende ni se acuerda de su nombre....Letrerito CONTINUARÁ..... grrrrrrrrrrrr
Son la 1:24h, no tengo sueño pero estoy molida, toda dolorida, así que cierro esto hasta mañana.

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